jueves, 15 de marzo de 2012

The Cave of Forgotten Dreams - Herzog


Aun sigo impresionado por el documental de Herzog , " La cueva de los Sueños Olvidados". Documental en 3D que verdaderamente aprovecha esta tecnología, como no había visto yo en otra película. Una historia verdaderamente fascinante sobre nuestra Historia, la Historia del propio Hombre.

Una cueva en Francia, que había estado sellada desde hace miles de años en la que se esconde una serie de imágenes sobre las rocas, pinturas rupestres dibujadas y perfectamente conservadas desde hace mas de 30 mil años.

Imágenes que parecen casi vivas, en las que el volumen de las propias rocas le dan ese sentido tridimensional (que es perfectamente aprovechado en este documental gracias al 3D) y que nos hablan del espíritu humano y de esa necesidad por expresarse innata en todos nosotros.

Me encontré este comentario que expresa de mejor manera que yo, las ideas que este documental me produjo:

"Una peli que deja muchos mensajes para pensar una y otra vez. El hombre, su origen, sus sueños, su manera de expresarse... la naturaleza que lo acompañó y le dió todo desde siempre y hoy es defraudada y casi olvidada. Una cueva que guardó el arte de seres que pasaron por allí hace 30 mil años atrás. Un hombre evolucionado que va hacia la involución. La realidad es que sabemos muy poco, el término "homo sapiens" es casi incorrecto. A verla al cine!" - Meli

Y en el propio documental hay un momento en el que el más viejo de los científicos gda un aorden a todo el equipo: "Silencio: vamos a escuchar a la cueva y, con suerte, nuestros propios latidos". Yo me pregunté o sentí o entendí en mitad de la sala de cine: ¿no es a nosotros mismos a quien escuchamos? El mensaje que lanzamos hace 32 mil años con la esperanza de que el eco de esta cueva nos regresara nuestra propia voz convertida en imagen....

Si pueden verla, no lo duden siquiera!


domingo, 29 de enero de 2012

ING NYCM Pte 8: Arranca el Maratón!


El recorrido inició con el ascenso del puente, ubiqué de inmediato al pacer de 4:00hrs y me pegué a ese grupo, sentí el ritmo muy cómodo a pesar de que íbamos subiendo el puente, que por cierto es una estructura tremenda y lo notas mientras lo vas recorriendo. Justo cuando pasamos por la parte más alta pude ver a un helicóptero que está suspendido, flotando diría, justo a nuestro nivel  y todos los saludábamos. A mi derecha podía ver la Bahía de Nueva York  que al final se convierte en el Océano Atlántico, y a la izquierda el Hudson River y la isla de Manhattan con sus edificios tan característicos.

  

Aunque este puente es muy largo y tienen una pendiente importante al subir, no sentí el esfuerzo durante el ascenso, pero si fue evidente que era muy largo. Al bajar del puente y entrar a Brooklyn empezamos a encontrar a los habitantes de la zona haciendo valla con sus letreros y porras dándonos la bienvenida a su ciudad. Había muchos niños y familias esperando ver pasar a los corredores. Se notaba que es algo que ellos también disfrutan. La verdad yo no podía dejar de sonreír. 

El recorrido en Brooklyn se hace sobre una avenida que es completamente recta y va en dirección al norte, un poc después de dejar el puente llegué al km 5 y me sentía muy bien. Pero justo ahi empezó la magia de esta maratón y de esta ciudad. Yo llevaba una bandera de plástico de México que colgaba del cinturón de mi cangurera, pero la llevaba colgando en mi costado derecho. De modo que las personas que estaban en las vallas del lado derecho la veían justo al pasar junto a ellos. De pronto escuché que me gritaban: ¡Vamos México! Era alguien perfectamente desconocido pero por la bandera que yo traía ubicó que venía o represntaba a México. Eso fue como un golpe de adrenalina que me recorrió el cuerpo completamente. Entendí la importancia de que tu playera o tu outfit muestre de que país vienes. Y eso es muy importante en este maratón. De inmediato giré la bandera para el frente de mi cuerpo para que los espectadores pudieran verla con anticipación.




En Brooklyn hay muchos mexicanos que viven ahí porque el costo de la vivienda es más económico que en la isla de Manhattan. Esto les permite entender que habia muchos mexicanos, nuestros, MIS paisanos que estaban en la ruta esperando ver pasar a corredores de México. Fue impresionante! Constantemente durante el recorrido en Brooklyn y Queens podía ver a grupos de mexicanos con banderas muy grandes que estaban apoyando a los corredores. Gritando México, México, México! y "vamos paisano, si se puede!!!

Era algo muy emocionante y emotivo porque también había muchos niños apoyando. Todo ese recorrido al menos hasta la milla 10 fue de emoción tras emoción. Lo que hice fue correr pegado a mi derecha y estar atento a los grupos de mexicanos para saludarlos a todos y chocar palmas con ellos. Esos primeros 15 kms se me fueron como agua, prácticamente sin cansancio alguno y con un gran nudo en la garganta por el momento que estaba viviendo.

Poco a poco iba acercándome más a Queens y cada vez había mas espectadores en las calles, habia algunas secciones donde había gradas y era mucha gente la que estaba viendo, esperando y animando a los corredores. 

Recuerdo que cruce una parte de la ciudad, pero no tengo muy claro si se trataba aun de Brooklyn o ya era en Queens donde la avenida se cubría por unos arboles en tonos rojizos que le daban un ambiente muy particular a esa parte del recorrido porque la luz entraba en ese color. Fue una zona muy agradable con mucha gente local apoyando y aunque era una pendiente ligera, recuerdo muy bien que apreté el paso animado por los gritos de los espectadores.

Un poco antes de llegar a la mitad del maratón, empezamos a subir un puente largo y con una pendiente ligera, el Pulansky Bridge, enseguida puede ver la marca de la mila 13 y aceleré el paso. Cuando crucé alcancé a ver que llevaba un acululado de 2hrs con 2 min aproximadamente y me sentía muy bien. Pero comencé a sentir  un poco de hambre, eran casi las 12 del dia y a esa hora, cuando habia participado en otros maratones ya estaba yo almorzando y recuperando fuerzas, pero en esta ocasión apenas iba a la mitad del reto!

Me distraje con la vista que había de Manhattan al cruzar el puente, podían verse varios edificios del otro lado del East River pero aun me faltaba un poco más para poder entrar por primera vez a Manhattan en la ruta del maratón.

Previo al maratón, la páginca de Asics, patrocinador oficial del NYCM, permitía registrarte en una aplicación para que en ciertos puntos de la carrera se posteara de forma automática un comment en mi página de FB para indicar en que punto del maratón me encontraba junto con un mensaje adicional. El mensaje que yo había registrado para la milla 13 era:

"Cruzando el Pulaski Bridge en Queens! Voy justo a la mitad! #TwitterRunners! Necesito sus twetts de apoyo para el final!! #alinfinitoymasalla"


Muchos de mis amigos, que estaban pendientes de mi recorrido, pudieron ver ese post automático en mi página de FB y después pude ver sus comentarios animándome a seguir. Aún hoy cuando los leo no dejo de agradecerles y emocionarme por estar atentos a esta aventura. Gracias a Jorge Zapata "Zapatous", Mac, Vivi, Andy, Pavel Saavedra, Fher Salzar, Silvia Alabarda, Ravelo, Juan Carlos Sierra, ClauOCJ, Mary Urtiaga, Lamb y Manuel Alfaro por darse el tiempo de escribir un mensaje de apoyo!


Pero tenía que seguir el recorrido y venía un parte muy complicada: cruzar el Queenboro Bridge. Este puente es uno de los más largos y es una sección muy difícil de la ruta porque aquí no hay espectadores, están prohibidos en los puentes porque es demasiado riesgo para ellos. Así que la única opción es concentrarse  en tu pace y enfrentarlo con decisión. El recorrido de la milla 15 a la 16 se vuelve un verdadero tormento para todos los corredores porque en este puente vas encerrado dentro de la estructura durante unos 15 minutos subiendo una pendiente que parece que no va a terminar nunca.

Aunque no bajé mi pace durante el ascenso del puente, ahi empezaron mis alucinaciones. Para ese momento yo tenía muchísima hambre y mientras subía el puente mi mente sólo podía pensar en ¡tacos al pastor con salsa roja muy picante!, obvio, con cebolla y cilantro picaditos... 

Les juro que fue muy difícil y en verdad iba salivando, pero aun faltaba una gran parte del recorrido antes de llegar a la meta y una semana más para poder regresar a México!! No podía hacer otra cosa más que seguir Cuando sentí que empezaba el descenso del puente sentí que descansaba, No imaginaba que venía otra sección llena de emociones. 

Al bajar el Queensboro Bridge haces un vuelta de 270 grados hacia la izquierda para entrar a First Avenue en Manhattan y justo en esa curva escuchas un estruendo tremendo de voces y gritos y porras que no se detendrán durante las siguientes 3 millas. Estamos hablando de casi 5kms en los que las aceras de la avenida no pueden contener a la cantidad impresionante de espectadores que animan a los corredores. 

Esa es la parte más alegre del recorrido porque parece un desfile de un mandatario de primer nivel y sólo te falta ver confeti y papelitos de colores cayendo desde los edificios que bordean la avenida. Es algo imposible de describir, energía y adrenalina a tope. Al bajar y entrar a esa avenida tomé mi bandera y la levanté por todo lo alto con ambos brazos. Quería mostrarla a todo el mundo!

Pero también ahí comenzaron mis problemas, por llamarlos de algún modo. Ya casi era la 1 pm y ya no podía resistir el hambre, hasta ese momento mi pace se había mantenido constante, alrededor de 6min/km y llevaba un tiempo acumulado mucho mejor del que yo esperaba. Pero tenía mucha hambre.

Casi al llegar a la milla 17 vi del lado izquierdo a un par de guardias que estaban al lado de las vallas junto a los espectadores, eran parte del staff del maratón y ¡estaban comiendo una especie de sandwich!!! No lo dué y me dirigí a ellos. Les dije que tenía mucha hanbre y que quería comer algo. Ellos de inmediato me ayudaron, tenían junto a ellos un par de boxlunchs y de inmediato me dieron uno. Los espectadores que estaban junto a la valla se sorprendieron también, me decían que me haría daño y yo les dije que no importaba necesitaba comer algo.

Abrí el box luch y empece a comerme un wrap de pechuga de pavo, me sabía a gloria! aunque le faltaba picante, porque no tenía nada, jeje. La gente empezo a sonreir y a animarme, apoyándome completamente. Lo mehor venia a continuación: le pedí cocacola al público! y ellos empezaron a preguntar si alguien traía coca cola unos a otros. Finalmente me pasaron una botella y me hidraté con ella. Fue muy divertido, la gente me animaba y aplaudía, después de agradecer, me despedí y seguí corriendo. Había recobrado fuerza.


Después de ese punto segui con la fiesta, saludando a los espectadores, chocando palmas y recibiendo todo lo que el publico te ofrecía, dulces, narajas, de todo. En otro punto del camino me acerqué nuevamente a un grupo de chavos y les pedi más cocacola pero sólo tenían cerveza y la acepté! Jajaja, necesita hidratarme! 

En un par de ocasiones encontré a dos personas que te ofrecían mandarinas cortadas y las tenían en una bandeja, creo que fue de las mejores cosas que probé durante la carrera porque estaban congeladas! Asi que las mordías y salían los gajitos de mandarina llenos de sabor como si fueran hielitos. Verdaderamente delicioso!

Casi estaba en el kilometro 30, cuando encontré a varias edecanes que te daban abatelenguas que tenía algo en la punta. Tomé una y lo primero que hice fue meterla a la boca y comerlo, pensé que era algo como miel o gel para recuperar fuerzas, pero encuento vieron lo que hice me gritaron que no lo comiera. Lo escupí de inmediato, era vaselina! Como estaba comiendo todo lo que la gente me daba hice lo mismo sin darme cuenta. Jajaja Lo escupí y me moría de la risa. Había que seguir con la ruta.

Faltaban poco menos de 12 kms para llegar a la meta y aunque me sentía un poco cansado, ya no tenia hambre. Estaba disfrutando toda esa fiesta, pero empezaron las complicaciones. Durante el resto de la ruta empecé a sentir calambres en las piernas arriba de las rodillas, era como si los músculos se endurecieran aunque no me dolía, pero me ocurría en ambas piernas al  mismo tiempo.

El problema es que eso me impedía correr porque no podía flexionar las rodillas, sólo podía caminar como si fuera un robot mientras los músculos se aflojaban. Después de algunos momentos podía volver a correr. sin embargo esto me ocurrió casi 6 veces durante los kilometros restantes. 

Aunque eso me afectaba en el pace porque tuve que caminar durante varios intervalos, no me desanimé: Ya había trabajado ese aspecto y mi objetivo era disfrutar la ruta, así que eso es lo que iba a hacer, y terminaría la carrera. En ese momento yo no sabia que en México el resto del equipo seguía mi avance en internet y veían como mi avatar no avanzaba en la ruta y se preocupaban. Por otro lado, había quedado de ver a Jacks a cierta hora en la milla 22 y no llegaría a ese punto en el tiempo convenido. No tenía idea de como avisar a Jacks pero no podía hacer mas que seguir al ritmo que mis piernas lo permitieran. Tuve que cruzar caminando el puente que une Manhattan y Harlem, pero pude correr toda la milla que cruza Harlem. Al regresar otra vez a Manhattan los calambres aparecieron una vez mas y comencé a caminar justo al entrar a la Quinta Avenida.

Me faltaba muy pocas calles para llegar al punto en el que vería a Jacks cuando Nori Solís me alcanzó, me  gritó Buzz cuando estaba detrás de mí y en enseguida supe que era ella, le pedí que siguiera. Le dije que nos faltaba muy poco, pude ver como avanzaba a paso constante y me dió mucho gusto que me hubiera encontrado en la durante la carrera. Es una verdadera campeona, hizo una carrera muy inteligente y pudo bajar su PR. 

Llegué a la milla 22 y no encontré a Jacks, yo había llegado demasiado tarde y seguramente ella pensó que no me había visto pasar. No podía hacer otra cosa que seguir a la meta: Aun faltaba todo el recorrido rodeando Central Park.

Ese tramo también fue complicado porque tiene una pendiente que poco a poco se eleva hasta que entras al parque y empiezas el recorrido por el interior, son las tres millas finales que te llevan a tu meta,. Mucho apoyo de los espectadores en esta parte, calambres nuevamente pero puede correr sin problemas durante los 2 kilometros finales. 

Rodear Central Park por la parte sur y dirigirte a la meta, simplemente increible! Mucha gente en las vallas, música en el sonido local, campanas animando a los corredores, los edificios de Time Warner al frente de ti y llegar a Columbus Circle para iniciar los últimos 600 metros aproximadamente resumen el trayecto final. Cuando ya tenía la meta a la vista, nuevamente tome mi bandera de México y la levanté todo lo alto con ambos brazos para cruzar asi la meta, llevando en el pecho ademas el logo del team #TwitterRunners! Diversión total, mucho orgullo y satisfacción.


Cinco horas y nueve minutos me llevaron concluir esta ruta: la mejor de mi vida hasta este momento!


Después de cruzar la meta, había que seguir para recibir tu medalla, tomar tu foto oficial  y cubrirte con la hoja metalizada de color azul y naranja para que conserves el calor. Seguí feliz, y me perdí junto con el resto de finalistas en ese mar de corredores de 129 países diferentes, en medio de 47,000 corredores más!









Lo había logrado, el tiempo era lo que menos importaba, estaba feliz de ser parte de este festejo, de ser un ciudadano más del mundo en este maratón internacional.

.....1.....2.....3.... #TwitterRunners!!!!!




Pero todavía tenía que encontrar a Jacks.... donde estaba? como me comunicaba con ella? donde estaba Nori Solis?

Este relato aun no termina ;)






viernes, 20 de enero de 2012

ING NYCM Pte 7: Un #TwitterRunners en el Maratón de Nueva York!


Desde que empezamos a planear este viaje, Jacks y yo queríamos aprovechar para correr juntos al menos una parte de la ruta. Ser  fue, una vez más, nuestro asesor para este y otros temas dado que él ya había participado en dos ocasiones en este maratón. Así que en una llamada telefónica  un par de meses antes del viaje, revisamos la ruta y nos dio varias alternativas para que Jackie se incorporara. También nos indicó que moverse por la ciudad el día del maratón se volvía complicado porque muchas calles se cerraban. Lo mejor era que Jackie se quedara en Midtown y cerca de la hora en que yo llegaría al punto de encuentro ella se dirigiría hacia allá. De esta manera, no era necesario que Jacks se levantara temprano el domingo por la mañana y yo saldría casi a a las 5:30am del hotel para tomar el ferry hacia Staten Island y poder llegar al pie del Puente Verrazano.

El domingo en la madrugada sonó la alarma de mi celular a las 5am, el momento había llegado!! Me levanté de inmediato y fui a bañarme. Estaba nervioso pero emocionado, justo como en el primer maratón que corrí, el MICM2010. #Nerviocionado, es como le llamamos a ese estado de ánimo. Me vestí  muy rápido y preparé mi mochila con ropa para cambiarme al final de la carrera. Todo lo coloqué dentro de la bolsa transparente en la que me habían entregado el paquete del maratón, pues esta bolsa etiquetada con mis datos era la única que recibirían en la paquetería.

Jacks se despertó también y me deseó mucha suerte. El momento en que me despedí de ella fue muy padre, me dio muchas recomendaciones y me dijo que disfrutara la carrera. Salí del hotel y se sentía el frío en la calle. Todo estaba vacío, no había nadie en las calles. Recorrí las dos cuadras que me separaban del metro y entré a la estación. El andén estaba vacío, creo que era muy temprano, quizá demasiado porque mi bloque saldría a las 10:4am, y era un poco antes de las 6am en ese momento.

Yo llevaba un pants y una sudadera gruesos de algodón que normalmente usó como pijama, porque todo el mundo me decía que hacía mucho frío durante la espera para arrancar, además ya me había tocado sentir el viento frió en los dos días previos. La idea era dejar esa ropa justo antes de iniciar la carrera en alguno de los contenedores para que la entregaran como donación a alguna caridad. Cuando llegué al andén estaba vació también y me senté en el borde de las escaleras para esperar el siguiente tren. Esa línea me llevaría directo a la terminal del ferry y no tendría que cambiar de tren en ningún momento. Se sentía frío también en ese andén.

Un poco después bajó por las escaleras un corredor más, yo me sorprendía por que él estaba en shorts y playera, pero era evidente que era un niuyorkino que estaba muy habituado al clima. En el transcurso de los siguientes minutos comenzaron a llegar más corredores que se dirigían al mismo lugar que yo. Los saludos y las sonrisas al reconocernos eran inevitables.

El trayecto en el metro fue relativamente rápido, unos 30 min. aproximadamente, en cada estación se incorporaban más corredores, algunos con amigos o familiares que los acompañaban. Finalmente llegamos a la última estación salimos, aun no amanecía pero estaba a punto de hacerlo. Yo simplemente seguí al resto de los corredores y de pronto apareció frente a mi el edificio del Staten Island Ferry, perfectamente iluminado y entré junto con el resto a la terminal. El lugar ya estaba completamente lleno de corredores de todas partes del mundo. En particular había muchísimos corredores que portaban una chamarra anaranjada que decía Terramía, eran de un equipo italiano que participaba en el maratón. En verdad eran muchísimos y estaban por todos lados.



El resto de los corredores descansaban sentados en el piso o recargados en las paredes, el ambiente se sentía relajado y como estaba cerrado ahí no sentíamos frío. Debíamos esperar a que el siguiente ferry estuviera listo para abordar y en cuanto llegó, se abrieron las puertas para que avanzáramos y subiéramos al barco. El ferry tenía dos niveles y en cuanto abordé subí a la parte alta. El sol apenas empezaba a salir por el borde de los edificios delineando perfectamente el  skyline de Brooklyn, justo al otro lado del East River.  Gran momento para tomar fotografías.
En cuanto el ferry comenzó a avanzar crucé al lado derecho del ferry y pude ver como el sol se reflejaba en los edificios del Lower Manhattan. Nuevamente pude ser testigo de vistas espectaculares del amanecer. Tan sólo por eso creo que valió la pena elegir el ferry como medio de transporte para llegar al punto de salida del maratón.

El frío era muy intenso a esa hora de la mañana, sobre todo por las corrientes de aire que surcan la Bahía de Nueva York, pero ver encendida la antorcha de la Estatua de la Libertad mientras cruzábamos hacía que valiera la pena resistir el clima. Muchísimos corredores salieron a los pasillos exteriores del  ferry para poder tomarse fotografías con Miss Liberty como fondo. Justo en ese momento necesitaba yo alguien que me tomara fotografías, pues era la primera vez que veía con mis propios ojos la estatua (ya vez Jacks, ¿por qué te quedaste a dormir?). Por otro lado, también me sorprendí de su tamaño que resultó mucho menor a lo que las películas nos muestran normalmente.

Una vez que llegamos a Staten Island, salimos de la terminal y fuera de ella había varios camiones que nos llevarían hasta las villas para esperar ahí la salida de nuestros bloques. Fue un trayecto de unos 20 minutos. Al bajar de los camiones empezaron las revisiones. Había muchísimos miembros de staff del maratón e incluso militares que te pedían que mostraras tu número de corredor para poder seguir avanzando. De hecho había un primer punto de revisión, una especie de retén, en el que te revisaban y debías mostrar tu BIB Number. Si no lo hacías no te permitían seguir. La mayor parte de los corredores tenían su número pegado a su playera, pero encima llevaban más playeras o sudaderas o incluso chalecos para protegerse del frío que se sentía con mucha fuerza.

Después del punto de revisión podías ver muchos banners del maratón que te daban la bienvenida con señalamientos hacia las tres villas en las que esperaríamos la salida de nuestros bloques. Es tan grande el número de corredores en esta carrera, 47 mil participantes en 2011, que se deben separar para poder controlar la salida.

Las villas se ubican de acuerdo al color de tu BIB Number: Azul, Verde y Naranja. Son áreas habilitadas para que esperes el turno en el que te toca salir. El arranque del maratón es por el Verrazano Brigde que une Staten Island y Brooklyn, y cruza el Hudson River, es un puente muy largo y elevado. Tiene dos niveles y los corredores salen por ambos pisos del puente. Uno de los colores sale por el piso de abajo y los otros dos colores lo hacen por el piso de arriba. Adicionalmente, en cada color hay tres bloques para salir con intervalos de unos 20 minutos entre cada uno de ellos. De esta manera se controla el flujo de corredores para que se distribuya durante toda la ruta.


Dentro de cada villa hay algunas carpas para que los corredores esperen ahí y se resguarden un poco del frío, pero son tantos que muchos se se sientan en el propio piso o incluso se acuestan sobre sleeping bags o bolsas de plástico o cartones de papel, algunos se recargan en las vallas. En fin cada uno busca un lugar para descansar y esperar su turno. Cada villa tiene también su área de guardarropa perfectamente organizada y camiones de mensajería lo llevan a la meta en Central Park. Hay además servicio gratuito por parte de los patrocinadores de café, barras de cereal, bagels , agua y bebidas energéticas.


Para entrar a los corrales también te piden mostrar tu BIB Number y se hace de forma muy controlada, revisando a uno por uno, aunque no por ello es lento el ingreso.

Yo tuve que esperar bastante tiempo para poder salir porque llegué muy temprano a mi villa. Aún así no pude encontrar espacio dentro de las carpas y al final me senté cerca de una banqueta sobre el piso, porque incluso las zonas donde había pasto estaban llenas. Recorrí un poco la villa, fui por café y comí un par de bagels, la barra de cereal no me gustó y la dejé a medias. También había miembros del staff que pasaban para recoger la ropa que ya no utilizarías y que se entregaría a donación.


Me tocó ver como los corredores que saldrían en el primer bloque entraban a sus corrales. Yo ya quería hacer lo mismo, pero tenía que esperar todavía una hora más para salir. Mientras tanto, muchos otros corredores estiraban, otros trotaban y algunos más seguían sentados y recostados. Desde el lugar en el que yo esperaba podía ver a lo lejos la parte alta del puente y pudé escuchar el disparo de salida del primer bloque, fue muy emocionante. Unos minutos después se alcanzaba a ver la ola de corredores que avanzaba ya sobre el puente. Ellos ya habían empezado con la fiesta del Maratón de Nueva York.



Yo ya no sentía mucho frío y me quité el pants y la sudadera, pude guardarlos en la bolsa que entregaría en el guardarropa, pues aun estaba abierto para los corredores de mi bloque, el último de todos. Me quedé simplemente con la ropa con la que correría, con mi cangurera donde llevaba la cámara de fotos y una bandera de México de plástico que quería llevar conmigo durante todo el trayecto.


En esos momentos quieres que todos sepan que vienes de México y que representas a tu país en esta fiesta de los corredores. Justo ahora que escribo esta frase vuelvo a sentir todo el orgullo que está implícito en ese acto y siento como el pecho se inflama nuevamente con ese sentimiento. Imaginen entonces toda la emoción contenida en el acto de sacar tu bandera y colocarla en tu cuerpo, en un lugar visible para lucirla durante los 42 kilómetros que me esperaban…

Por el sonido local anunciaron el ingreso al corral de mi bloque y fui de los primeros en hacerlo, esperamos unos minutos y comenzamos a avanzar para llegar por un costado del puente a la altura de las casetas de cobro para los autos, el arco de salida estaba un poco más adelante y había un escenario al lado. 
Después de darnos la bienvenida y de que una soldado cantara el himno nacional  de los Estados Unidos, empezamos escuchar la voz de Frank Sinatra interpretando “New York, New York”. Gran momento!! Eso marcaba el arranque de la carrera.

domingo, 15 de enero de 2012

ING NYCM Pte 6: Dia 2 Mi primer carrera en NY!!


Sabado 5 de Noviembre.
Despierto en la microhabitacion del hotel, que en realidad parece el Motel Bates (descripción que  confirmaría Jacks cuando llegara), no me quejo porque mi cama es muy suave y casi me atrapa entre las almohadas. Pero de inmediato recuerdo que tengo una carrera de 5K que iniciaría en poco menos de una hora: Dash for the Finish Line!

La inscripción a esta carrera fue un arrebato de emoción pues lo hice el martes antes de dejar la oficina, costó US$50 y era parte de las actividades del fin de semana del maratón. Ya tenía lista mi playera y mi número. Me bañé rapidísimo y salí con una mochila al hombro con ropa para cambiarme después de la carrera.

El guardarropa estaba en la meta y me quedaba solo media hora antes del disparo de salida, asi que me fui trotando hasta Central Park para dejar la mochila en el guardarropa. Salí del hotel con mis likras cortas y enseguida me acordé que en Nueva York hace frío! Ya había corredores en las calles que también se dirigían hacia allá y al encontrarnos y ver nuestras playeras era inevitable sonreír y desear buena suerte mutuamente.

Finalmente llegué al guardarropa, que era simplemente una área dentro de una de las veredas de Central Park en donde dejabas tu mochila con una parte que desprendías de tu no. de corredor. Al entrar a esta zona el staff de la carrera te saludaba y aproveché para pedirles ayuda:
-Hey you guys, can you take me a pic with my friends?
-Sure! Where are they?
-Right here, inside of my bag! And you are going to take their place...
La cara que pusieron fue tipo "este no habla bien ingles y además esta loco" pero cuando finalmente entendieron de lo que se trataba, se sorprendieron pero les gustó mucho la idea. Enseguida hicieron lo que les pedí y repetían: -Great idea! y me ayudaron de inmediato
.
La verdad era importante para mí que todos supieran que estos budies, #brous, bro, hermanos, estaban ayudándome y apoyándome en esta aventura como siempre lo hacen en todo lo que emprendemos, a pesar de la distancia física. Yo lo sabía y debía dejar pruebas de que ellos estaban ahí, conmigo en Nueva York. ;)

Después de dejar mi mochila, crucé Central Park hasta llegar a la 5ta Avenida pero debía seguir hasta llegar al edificio de la Naciones Unidas en First Avenue. En el camino hacia allá que también hice trotando, tomé algunas fotografías. Aunque me confundí un poco no me costó mucho llegar, faltaban sólo unos minutos para el arranque, pero era muy emocionante ver un luagr que sólo conocía por fotografías. El lugar ya estaba lleno de corredores de todo el mundo justo en United Nations Plaza. Era muy emocionante estar ahí en medio de todo, en un lugar que hacia completo sentido con el evento: al pie de la ONU.
Lo mejor de todo es que también había wifi abierto y pude enviar algunos twitts antes de iniciar. 


Cuando iniciamos dimos vuelta enseguida hacia la calle 42, el sol se levanta por arriba de los edificios en esta calle y podíamos verlo de frente, dando un brillo increíble a nuestros pasos. Yo estaba feliz, eran los primeros kilómetros en los que dejaba huella con tenis por las calles de Nueva York

Recuerdo pasar justo al lado del Radio City Music Hall en la calle 49 y la Avenida de las Américas, ya se podía ver más adelante el borde de Central Park nuevamente. Había quedado de acuerdo con Nori Solís en encontrarla en la milla 3 pues ahí se reuniría con el equipo de Lili Figueroa. Los kilómetros dentro de Central Park fueron muy rápidos y había mucha gente apoyando en las vallas justo en los últimos metros. Además se podían ver las banderas de todos los países que había colocado desde el Desfile de las Naciones.

Después de cruzar la meta pasé a la zona de abastecimientos, en esta carrera no había chip para poder registrar el tiempo pero mi sport band marcó aproximadamente 27 minutos. No había podido ver a Nori en la milla 3 pero alcancé a ver a un grupo de mexicanos cuando pasé por ahí. Así que fui rápidamente a la recoger mi mochila y cambiarme para regresar a buscar a Nori. Aunque el guardarropa estaba un poco alejado, me cambié y regresé a la milla 3. Aún había corredores que seguían llegando a la meta y justo en la milla 3, pero del otro lado de la avenida, había una bandera de México ondeando.

Ahí estaban dos chicas platicando y no estaba seguro de que se tratara de Nori, pero le grité por su nombre varias veces. Noté enseguida que volteó y estuve seguro de que era ella, levanté mi mano saludarla y me reconoció también. Por fin la conocí en persona. Todo fue saludos y emoción, también me presentó a Mariana que es la onda. Después de esto, caminamos hacia Columbus Circle y nos tomamos fotografías al pie de la Trump Tower. También ahí Nori conoció a Luis, Beto y Gio …. o al menos a sus dobles en foto tamaño natural. Cuando los vio también le dio mucha risa esta idea.

Caminamos hacia un Starbucks para protegernos un poco del frío que se empezaba a sentir más fuerte y ahí nos conectamos para que Nori pudiera twittear su foto con ellos. Ese fue el momento en que ellos se enteraron que también estaban en Nueva York!! Creo que también fue una sorpresa para ellos. Al final llegamos a un restaurante muy cercano a mi hotel para seguir poniéndonos al corriente.

Nori me preguntó por Jacks y le dije que ella ya debía haber llegado a Nueva York desde hacia un par de horas pero que estaba esperando algún twitt de ella confirmando que ya estaba ahí: Pudimos comer muy rico y justo cuando estábamos a punto de terminar, me llegó el aviso de Jacks que ya estaba en el hotel. Me despedí de Nori y Mariana y quedamos en vernos por la tarde para la cena de carbos con el equipo de Lili.

Llegué al hotel y ya encontré a Jacks ahí. Yo estaba un poco preocupado porque ya era tarde y aunque le había dado indicaciones para llegar al hotel desde el aeropuerto, pensé que se podía perder o que la podían detener en migración, jejeje. Afortunadamente ya estaba ahí, así que me bañé y la llevé a comer algo mientras me platicaba como había estado su vuelo.

Lo que hicimos después fue investigar una manera para poder conectar nuestros celulares a internet, jajaja. Esa es una prueba de cuán adictos somos, pero no tuvimos suerte. Pasamos a Best Buy y a varios locales pero fue una misión fallida. Nos resignamos a depender de los lugares con wifi abierto. 

Después tomamos el metro y llegamos por primera vez a Times Square, estar en esta plaza por primer vez es muy divertido, pantallas gigantes por doquier, gente caminado por aquí y por allá, taxis en todas las calles y autos parados en mitad del tráfico. Esto es mejor que las fotografías o las escenas de las películas. También las carteleras de Broadway invitando a una y otra obras. La pasamos muy bien en verdad.



 Después de estar dando vueltas por ahí seguimos caminando hacia la Biblioteca Pública de Nueva York, en el camino hacia ahí encontramos el Bryant Park. Es un lugar muy agradable para pasar la tarde recorriendo los puestos de diferentes tipos que hay ahí además de los cafecitos al aire libre. El frío se empezaba a sentir otra vez pero fue muy padre para mí encontrar una pista de hielo patrocinada por … CITI! Me sentía como en casa, y es que después de 13 años tan sólo ver el logo de mi empresa me hace sentir muy bien. A esta pista de hielo le llaman CitiPond y tiene su página en FB. Búsquenla, es muy divertida.



Cuando llegamos a la Biblioteca Pública sólo pudimos verla por fuera, ya era muy tarde y debíamos volver al hotel para cambiarnos y llegar a la cena de carbos. El metro fue nuestra salvación, en verdad es un sistema muy eficiente para moverse por la ciudad. Tomamos un tren expreso y en cinco minutos llegamos a la estación de la calle 72, sólo un apr de cuadras y llegamos al hotel.


Nos cambiamos rápidamente y la guía de Andy nos ayudó a encontrar la manera más rápida de llegar a Bice Restaurante. Una vez más el metro nos dejó a sólo una calle del lugar. La cena fue muy agradable, conocer a otros corredores mexicanos y escuchar sus sueños y objetivos es muy motivante. La pasamos muy bien y la foto con Lili Figueroa era obligada. Fue una gran noche! Al salir de ahí caminamos hacia el hotel de Nori que estaba a un par de cuadras solamente. Estuvimos con ella sólo unos minutos porque había que descansar para el día siguiente.

Aunque SerGar me había recomendado no caminar mucho el sábado, y además lo reitera en su blog (gargal.blogspot.com) donde tiene tips muy prácticos sobre el Maratón de Nueva York, nosotros decidimos caminar desde el hotel hacia… Times Square!! Nuesta justificación era que ahí estaba la estación que nos llevaba directo a nuestro hotel. Pero también ahí había un Starbucks y necesitábamos leer a nuestros amigos y platicar lo que estábamos hacindo. Adictos, lo sé. Y todavía nos aventamos otra vuelta ahí, el lugar es verdaderamente espectacular por la noche! Parece que es de día con tantos espectaculares encendidos al mismo tiempo. Es un lugar casi mágico.


Llegamos al hotel pero yo todavía debía preparar mi ropa para el día siguiente, saqué mi playera y le coloqué el no. de corredor con los seguros pero me faltaba ponerle el transfer con el logo #TwitterRunners. Gran error, cuando lo empecé a planchar quemé el borde superior del número que se arrugó con el calor. Me preocupé mucho porque justo en el número esta el dispositivo que hace las veces de chip y, si lo había quemado, en los resultados del maratón aparecería que no había participado. Creo que no lo dañé porque no tuve ningún problema. Preparé el resto de las cosas, un poco de dinero en efectivo, la tarjeta del metro, la cámara de fotos, la cangurera, gorra, lentes. Había que dormir, estaba listo para la prueba del día siguiente, me levantaría muy temprano para tomar el metro y después el ferry.


El Maratón de Nueva York estaba a sólo una cuantas horas de iniciar!!

jueves, 5 de enero de 2012

ING NYCM Pte 5: Dia 1 en Nueva York!!


Mi primer idea en cuanto saliera del hotel era ir a la Expo para recoger el paquete del maratón, pero como estaba muy cerca de Central Park lo primero que hice fue caminar hacia allá. La meta del maratón ya estaba instalada en Central Park y la calle 66, y quería llegar ahí para verla. Cuando llegué entré por una de los callecitas dentro del parque que estaba lleno de pendones del maratón y unos cuantos pasos más adelante puede ver el arco de meta, las gradas a ambos lados y vallas en los 600 mts previos a la meta.

                           


A pesar del frío que se sentía había varios corredores entrenando por la mañana dentro de Central Park, que por cierto es muy grande, debe medir cerca de 4k de largo por 800m de ancho. Había grupos de corredores uniformados con los colores de su equipo, trotando y preparándose para el gran evento del domingo. Todavía había personal de staff trabajando en los últimos ajustes en el escenario que estaba junto a la meta. Caminé por los últimos metros de la ruta en dirección a Columbus Circle mientras pensaba que tan cansado estaría el domingo cuando llegara a esa parte del maratón. Tan sólo caminar por ahí ya era muy emocionante sobre todo porque a ambos lados de esos últimos metros había banderas de todos los países del mundo que tenían corredores participando.


Finalmente llegué a Columbus Circle y ahí subí al metro para llegar a la estación de la calle 34 que era la más cercana al Javits Convention Center . Cuando salí de la estación tenía frente a mí el Madison Square Garden y unas calles hacia el este podía verse el Empire State. En ese momento me sentí verdaderamente en Nueva York!

Yo me esperaba un edificio mucho más interesante del Centro de Convenciones, pero está en una zona que es de tipo industrial y ademas justo en el acceso de entrada estaba lleno de andamios porque estaban realizando reparaciones a la estructura y apenas podía verse una pequeña manta con los logos del maratón. Había ya muchos corredores saliendo con sus paquetes pero muchos más haciendo fila para entrar. Afortunadamente había muchos miembros de staff dándote indicaciones.

La fila para ingresar propiamente a la Expo se debía a que debes presentar el formato con la confirmación de tu inscripción que se imprime desde tu perfil en la página del maratón. Junto con tu formato que indica el Wave y el color del bloque en el que saldrás debes presentar tu ID, en el caso de los extranjeros es obligatorio presentar el pasaporte. Una vez que validan que todos los datos coincidan, que tu pasaporte no esté falsificado (lo checan bajo luz negra) y que la foto del mismo se parezca a ti, te dan acceso al interior.

Lo primero que encuentras son las ventanillas para que recojas tu paquete y que también van numeradas. En mi caso recogí dos paquetes porque dos días antes de viajar me inscribí también a una carrera de 5k que estaba programada para el sábado por la mañana: Dash for the Finish Line. Esta carrera sale del edifico de Naciones Unidas y llega a la meta en Central Park, la misma meta del maratón del domingo. Yo quería participar en todos los eventos del maratón y por eso también estuve en esa carrera.
Después de recoger ese paquete, que sólo incluía número y playera, recogí el paquete del maratón. La bolsa del paquete es necesaria porque en ellas debes meter la ropa que dejarás en guardarropa el día del maratón. Pero el paquete me pareció muy completo, con mercancía de varios patrocinadores y obviamente LA playera del MARATON, padrísima la playera. 

La siguiente sección había era una zona de informes para recibir indicaciones para llegar a Staten Island, que es el punto de salida del maratón, el domingo por la mañana. Yo tenía programado cruzar la bahía de NY en el ferry muy temprano y solo chequé como podía llegar a la terminal del ferry en la mañana. La respuesta era muy sencilla: el metro. Justamente la línea que pasaba en la estación de la calle 72 llegaba hasta la terminal del ferry.

Después seguí a la expo con los stands de todos los patrocinadores, aunque la mitad del espacio lo ocupaba Asics porque es el patrocinador principal. La expo no me gustó tanto como la de San Diego, pero había que recorrerla toda. La verdad invertí mucho tiempo y llegó un punto en que ya estaba muy cansado porque en realidad ya llevaba despierto más de 24 hrs y no me había dado un solo momento de descanso desde que había subido al avión.

En cuanto salí de la expo me puse mi playera y seguí con ella todo el día, después de todo en el maratón usaría mi playera con el logo #TwitterRunners. Muchos corredores hacían lo mismo, se ponían su playera de inmediato y la lucían como si ya fuera un trofeo. Se podía sentir l aemoción de todos. En la expo platiqué brevemente con corredores de otros países, Alemania, Italia, y no ubicaba casi a nadie de Latinoamérica o de México. En fin, todos se deseaban suerte unos a otros.

Regresé al metro una vez más ir al hotel y poder bañarme, cambiarme y dormir un poco. Pero tenía muy poco tiempo porque a las 6pm quería ir a Central Park nuevamente para estar en la ceremonia de inauguración del maratón. En este evento que abre las actividades del fin de semana del maratón hay un desfile con delegaciones de muchos países que llegan al arco de meta. Asi que sólo dormí un poco menos de una hora en el hotel y me lancé a Central Park nuevamente.

En cuanto salí empecé a sentir mucho frío pero era sobre todo por las corrientes de aire y la doble sudadera que llevaba y la bufanda no me ayudaban mucho, pero aún pude encontrar lugar en las gradas para ver el Desfile de las Naciones. Tomé algunas fotos de la delegación de México y grité mucho cuando pasaron junto a mí. Gran experiencia :)

Adicionalmente hubo una ceremonia donde Mary Wittenberg, presidente y CEO de los NYRR, entregó un reconocimiento a Germán Silva por su destaca participación en la historia del NYCM. Germán también dió un breve discurso e hicieron la presentación de algunos atletas importantes que correrían en ese año en el maratón. Al terminar la ceremonia empezó un despliegue de fuegos artificiales y además durante algunos minutos un grupo empezó a tocar en el escenario que se encontraba al lado de la meta. Los festejos por el maratón habían empezado.


En cuanto terminó el evento en Central Park, me fui directo al hotel para dormir y preparar la ropa para la carrera del día siguiente por la mañana. Estaba muy contento, por fin empezaría a correr por las calles de Nueva York. Además el día siguiente pintaba también para no descansar y estar lleno de sorpresas: Jacks llegaba al aeropuerto a las 7 am y ya había podido comunicarme con Nori Solis, nos veríamos en Central Park al terminar la carrera Dash for the Finish Line, finalmente la conocería en persona después de tanto tiempo platicando por twitter y por teléfono.

Pero ya era tiempo de descansar....